La mañana en San Miguel de Tucumán amaneció pasada por agua, y entre la rutina de un jueves cualquiera, una imagen se robó todas las miradas: una pareja, abrazada y sonriente, posando bajo la lluvia en la principal fuente de la plaza Independencia. Son Sebastián y Mariana, vecinos de toda la vida, quienes mostraron que el amor verdadero puede encontrar momentos únicos hasta en los días más grises.
Durante un recorrido de "Buen Día", informativo de LG Play, se pudo capturar ese instante cargado de ternura, en medio de una escena que a muchos podría parecer sencilla, pero que guarda una profunda conexión. “No nos importaba nada”, dijo Santiago con una sonrisa.
Sebastián y Mariana compartieron a LA GACETA detalles de su relación y el secreto de su conexión, que ya lleva más de doce años. “Esto es lo bueno de un matrimonio, que se amen y se quieran; es la voluntad de Dios. Él nos unió para ser una sola carne”, expresó el hombre, emocionado. “Es ella mi esposa y yo su esposo, y nos disfrutamos cada día”, añadió.
Mariana, por su parte, con una calidez evidente, describió cómo su vida cambió desde que Sebastián llegó. “Yo era una chica que no salía mucho, pero él me conquistó poco a poco”, recuerda entre risas. Su historia comenzó en el barrio, donde eran vecinos desde siempre.
Sebastián compartió cómo pasó años intentando conquistar a Mariana, quien inicialmente lo rechazaba. Pero él no se dio por vencido: “Insistí, insistí hasta que un día, por fin, me dio una oportunidad. Ese beso que le di aquel día nos marcó para siempre”.
El matrimonio, que ya ha pasado por años de alegrías y desafíos, encontró en la fe una fortaleza inquebrantable para seguir adelante. “El amor lo puede todo, todo lo soporta”, afirmó Sebastián, citando a la Biblia. En tiempos difíciles, comentan, se han apoyado mutuamente, demostrando que el cariño y la voluntad de compartir hasta los momentos más simples pueden hacer la diferencia.
Con la mirada de la fuente y la lluvia como telón de fondo, Sebastián y Mariana recordaron lo importante que es dedicarle tiempo a la pareja, especialmente cuando hay hijos de por medio. “Hay que dar ejemplo, para que nuestros hijos aprendan lo que es un matrimonio lleno de amor y respeto”, dijo Sebastián con una sonrisa. Sus hijos, Sebastián y Josué, “son lo más importante” para ambos, y aseguran que, como padres, buscan enseñarles la importancia de los valores en pareja.
En una época donde el amor verdadero parece escaso, la historia de Sebastián y Mariana es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades y la rutina diaria, el amor genuino se cultiva día a día. En esta mañana lluviosa, el abrazo de estos dos enamorados bajo la lluvia en la plaza Independencia se convirtió en un símbolo de la esencia de una relación que ha perdurado en el tiempo, recordando que en los gestos más simples y auténticos se esconde lo más bello de la vida.
Un beso bajo la lluvia, una fuente como escenario y una pareja que, sin grandes planes ni lujos, nos enseña que el verdadero amor, como ellos dicen, “todo lo soporta”.